Este Haiku es un homenaje a los mayores que nos convertimos en resucitadores de juegos, los juegos de nuestra infancia, bastante desconocidos para los niños de hoy...no es necesario recordar los nombres de nuestra diversión...somos una verdadera máquina del tiempo...dado el ritmo insaciable del crecimiento del consumo a nivel global, es un milagro que los Testigos de otras décadas todavía podamos ejercer el poder de la Memoria.... |
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