Powered By Blogger

viernes, 2 de junio de 2017

El viaje


- Cuando llegue el instante, enfrentarás un bosque totalmente oscuro, cegado a tus ojos, inútiles, sólo te guiarás por tus sentimientos, por tus instintos.
Lo miré y no dije nada.
Siguió tomando su té y con la mirada me preguntó si quería seguir escuchando.
No contesté. 
Recordé los años de religión, la filosofía medieval, la historia de los cruzados, a Gregorio VII y su revolución maravillosa, a Desiderio, a Bohemundo, al lejano Cassian y a San Patricio, San Andrés y San Jorge. 
En ellos nunca encontré ese reino sombrío que debía enfrentar con mis olvidados hábitos de supervivencia. Yo, un esclavo del pánico, un hijo de la cultura inútil, sometido a la bestial prepotencia de la naturaleza. Me sentí perdido y asustado.
El viejo, mi padre, comprendió por esa extraña sabiduría druida que lo acompañó durante toda su vida, mi estado de confusión, de temor, de inseguridad.
- Está en tus genes – dijo con voz serena – encontrarás el camino correcto. Después llegará el valle y más allá encontrarás el río sin fin y en la orilla, la nave, conmigo y tus ancestros más cercanos como remeros. Y juntos recorreremos cada una de los pueblos en los cuales vivió nuestra estirpe y pasaremos la eternidad aprendiendo sus lenguas y sus costumbres.
Terminó de beber, se levantó sin decir nada más y se fue a la cama.
Afuera, la luna de Agosto iluminaba la calle sin luces.
Debajo de los árboles estaba Ella, la pelirroja de ojos color celeste de hielo, la hermosa valkiria de gesto fiero.
Y la brisa me trajo el lamento triste de la Banshee...


Guillermo Compte Cathcart

No hay comentarios:

Publicar un comentario