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lunes, 15 de junio de 2015

La Batalla de Clontarf y la Red de Asteriscos


“Dos historiadores no estarían de acuerdo en lo en que debe ser incluido en un complemento a la Historia
Británica, ni siquiera en lo que sería deseable que estuviera en él. Mucha "historia" es partidaria y contenciosa al tener lugar: los Sajones  mataron a los Daneses, los Jacobinos despreciaron a los Hanoverianos, los Metodistas desconfiaron de los Anglicanos, los Chartistas odiaron a los Whigs; Gladstone fue admirado como un hombre de propósitos morales duros y denunciado como un fraude y una farsa”.
Con estas dos frases comienza el Prefacio de “The Oxford Companion to British History”, editado por John Canon, ISBN 0-19-860514-5 , £19.99, US$ 29.95 (Oxford University Press, 2002)
En las hermosas cubiertas de este excelente ejemplar de la Oxford University Press podemos leer los siguientes comentarios:
“La gran virtud de este libro es lo mucho que tiene para ofrecer a diferentes lectores, su información es inmensa pero variada”, dicho por Jeremy Black en el “Times Higher Education Supplement”.
"El rango es impresionante... de verdad (casi) toda la vida humana está aquí", dicho por Kenneth Morgan, “Observer”.

El editor – John Cannon – quien fue profesor de Historia Moderna en la University of Newcastle y autor de varios libros entre los que se destaca “The Oxford Dictionary of Bristish History” (2001), continúa diciendo en el Prefacio:
“Nosotros hemos consagrado espacio considerable a la "historia local", con un artículo general sobre la materia y entradas más cortas sobre todos los condados ingleses y galeses, las provincias escocesas, los reinos antiguos, las regiones modernas,   y sobre la mayoría de los pueblos importantes, junto con entradas sobre un número de castillos, catedrales, y casas de campo. Esto no sólo refleja el interés sentido por muchas personas en su localidad, sino que la distinción normalmente hecha entre la historia nacional y la historia local es en la práctica, difícil de sostener”.
Contribuyeron 119 eruditos para realizar las más de 4000 entradas que brinda este volumen impar, entre ellos, el Profesor R. J. Morris de la University of Edinburgh, Mrs. Maureen Mulholland de la University of Manchester, el Profesor David M. Palliser de la University of Leeds, el Dr. John Pimlott de la Royal Military Academy Sandhurst, el Profesor Anthony James Pollard de la University of Teeside y el Profesor John R. Presley de la Loughborough University.
Visitemos el interior del libro.
Lo abrimos en la página 228 y el primer artículo que encontramos dice: “Clontarf, battle of, 1014”.
El texto nos introduce en el apasionante territorio de las batallas entre los irlandeses y los vikingos:
“*Brian Boru exigió ser Rey de Irlanda,  aunque resistido por Leinster y por el reino nórdico de Dublín.   Después de una campaña inconclusa en 1013, los vikingos fueron reforzados desde Orkney y la Isla de Man.  
El 23 de Abril del 1014 en las afueras de Dublín, la batalla se libró.   Brian Boru era demasiado viejo para luchar y sus tropas,   en su mayoría de Munster, fueron lideradas por su hijo Murchad.   Los nórdicos - vikingos - fueron liderados por Sihtric, el rey de Dublín.   Aunque los vikingos fueron derrotados,  
Brian Boru, inadecuadamente defendido, fue abatido”.
Si seguimos el asterisco (*) vamos a la página 122 y encontramos la entrada “Brian Boru (d. 1014)”:
“normalmente considerado como el más grande de  * los reyes altos- high kings- de Irlanda, perteneciente a lo que había sido una menor * dinastía de Munster - Munster dinasty -, Dál Cais (ubicada en la meseta baja de Shannon), que llegó a la supremacía a mediados del siglo 10, acabando con la preeminencia de la federación dinástica Eóganacht. El padre de Brian, Cennétig mac Lorcáin, comenzó el ascenso de la familia al poder y murió en el 951 como rey de Munster del Norte (Thomond). Brian sucedió a su hermano Mathgamain en 976 y subió rápidamente, dominando los pueblos Vikingos de Limerick y Waterford, y estableciéndose rápidamente como el rey de todo Munster. A estas alturas él surgió como un desafiante del reinante rey alto,  
de las tierras medias del sureño Uí Néill, Maell Sechnaill mac Domnaill, quién en 997 reconoció a Brian como rey sobre la mitad del sur de Irlanda  y quién finalmente se sometió a Brian como rey alto en 1002. Brian afirmó su poder sobre toda la isla adoptando el título de "Emperador de los Irlandeses" en el 1005. Una revuelta de los hombres de Leinster y de los irlandeses y vikingos de Dublín llevó a Brian a su gran victoria sobre ellos en la batalla de *Clontarf en el 1014, en la cual, sin embargo, él perdió la vida. Sus descendientes que permanecieron poderosos en Thomond durante siglos, llevaron el apellido O'Brien.
¿Adónde nos llevarán los asteriscos que anteceden a las palabras “los reyes altos” y “Dinastía de Munster”?
Este magnífico libro de Oxford University Press es una red de asteriscos, tan hermosa como los caminos que cruzan de Este a Oeste y de Norte a Sur las tierras que caminaron Frodo y sus amigos para destruír el anillo de Saurón y por las cuales cabalgaron los caballeros legendarios de Arturo.
Pero, nosotros, los habitantes de los mundos subterráneos no debemos olvidar que esos verdes valles también son el hogar del Imperio y que este como todo Poder Maléfico, suele ser tan peligroso y mortal como la Araña gigante que Tolkien imaginó para su inolvidable “El Señor de los Anillos”.


Guillermo Compte Cathcart

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