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martes, 23 de mayo de 2017

Los nuevos dioses: las encuestas

En los días de ocio, la memoria me transporta al pasado.
Hoy, potenciado ese hábito por la lluvia de otoño que acaricia mi jardín, recuerdo aquel 30 de Septiembre de 2004, cuando la Asociación de Amigos de la Astrología Regional, a partir de las 21 horas, realizó un evento muy especial.
Mi amigo, el profesor Chicoana Fuentes, me invitó a participar de ese encuentro con el cual los asociados recordaron el aniversario de la creación del partido de Almirante Brown.
Como es costumbre, nos encontramos en la sede de la entidad, la vieja casona de la calle Seguí , en Adrogué, donde supo hacer sus famosas cartas astrológicas el sabio Vigía Estelar, Don Artemio Dallrymple, autor del fabuloso libro: “Siembra y cosecha de claveles. Los floricultores japoneses y el culto a Saturno” , que ha pasado a ser una referencia obligada entre los jardineros anglosajones, tan preocupados por el arte impar de los jardines victorianos.
Primero, se sirvió una comida excelente cuyo plato principal fueron los Cochinillos a la Giap, una exquisitez que lleva el nombre del estratega vietnamita, creación de su sobrino – el primogénito de su hermana menor - el Chef Ngo Linh, discípulo y primer ayudante de Paul Bocuse, el creador de la nouvelle cuisine.



A los postres – el tradicional queso y dulce – y antes de entrar en el tema principal de la noche, el anfitrión – el eximio cirujano Eugene Dallrymple, el único nieto, heredero y continuador del Hermano Artemio  – hizo una breve reseña biográfica de Ngo Linh, quien se encuentra en nuestro país especialmente invitado por una empresa chilena de catering, que comercializa sus productos y servicios en los countries de la provincia de Buenos Aires.
Como para que no queden dudas sobre los alcances de la globalización y su influencia en la demolición de los muros físicos - como el de Berlín - o los ideológicos – como el centenar de expertos vietnamitas que asesoran a la CIA y el FBI en las cuestiones relacionadas con la prevención del terrorismo -  cito una anécdota: Ngo Linh, ese hombrecito delgado y simpático, de rasgos bonachones, ceremonioso y con el pelo totalmente blanco - uno de los expertos gastronómicos mimados por los círculos parisinos y de la comunidad europea -,  a los catorce años, mató a diecisiete franceses en la decisiva batalla de Dien Bien Phu, que determinó la pérdida de Indochina para los compatriotas de Platini.
Luego del brindis con vino de Madeira – que alguno mezcló bárbaramente con jugo Mocoretá de naranja o ananá – hizo uso de la palabra el admirado Profesor Chicoana Fuentes.
¿Cómo sintetizar sus enseñanzas?
La atención que prestaron a las palabras del Maestro los trescientos veinticuatro comensales – y los cuarenta y pico de mozos, maitres y ayudantes de cocina - que escucharon absortos la conferencia, me animan a transcribir textualmente lo dicho por el investigador que descubrió e hizo detener al famoso Asesino del Necronomicón, quien purga su condena en una prisión de máxima seguridad en Alaska.
Chicoana lucía con orgullo sobre su pecho la condecoración que le entregaron los directivos del Círculo de Lovecraft cuando aquél loco - que asesinaba bibliotecarios en Nueva Inglaterra buscando el famoso pero inexistente Libro de los Muertos , creado por la imaginación del Padre de los Mitos de Cthulhu -, fue detenido por su perspicacia y su inteligencia detectivesca, cualidades que se potenciaron a las altas cumbres de la historia de la criminalística, al integrarse en un equipo imbatible con el Inspector Danfort, de Scotland Yard, el hijo del célebre explorador cuyas aventuras en la Antártica describió Lovecraft en su inolvidable “En las montañas de la locura”.
Dijo Chicoana: “Estimados amigos. Todos conocemos que hay políticos que viven obsesionados con las encuestas. La historia relata que los poderosos de todos los tiempos se rodearon de Iniciados en el arte de la predicción, en la llave de los designios, en la lectura de las estrellas para develar la incógnita del porvenir. Lamentablemente, los astrólogos hemos sido dejados de lado. Nos han reemplazado con unos advenedizos, unos charlatanes cuya única virtud consiste en llenar casilleros en planillas interminables en las cuales conviven preguntas nacidas en el impreciso límite de la estupidez y la demencia. Esto – duele decirlo – comenzó en nuestro país con el descrédito de nuestra profesión, iniciado en las teclas de Roberto Arlt, quien en su libro “Los Siete Locos” nos deja mal parados con la descripción que hace de uno de los nuestros, obsesionado por el poder terrenal. Para revertir la situación hemos realizado una encuesta seria entre los hinchas de fútbol domiciliados en los partidos de Almirante Brown, Esteban Echeverría y Lomas de Zamora. El diseño de las preguntas ha sido calcado de las cartas astrales de Simón el Mago, quien con su genio supo trazar las grandes vías que llevan al Infinito. Hemos entrevistado a 777  vecinos – hombres y mujeres – en tres oportunidades a cada uno. Con este sistema hemos evitado la mentira defensiva, que hace de las encuestas una técnica menor, no comparable en dignidad científica con nuestra suprema Astrología. Con cada repregunta cambiábamos el eje de la Inquisición, sólo permanecían dos preguntas en todos los cuestionarios: “¿de qué equipo de fútbol es hincha?”, “¿es Ud. peronista?”. Nos hemos llevado grandes sorpresas. La mayor cantidad de peronistas la encontramos entre los hinchas de River. Y la mayor cantidad de antiperonistas entre los fanáticos de Boca. Cada uno de nuestros asociados recibirá una copia del informe para su trabajo cotidiano. En la soledad de sus gabinetes, mirando la luz eterna y diáfana de los astros, podrán interpretar los símbolos”.
Un ensordecedor aplauso rubricó la conferencia de mi amigo. Los perros de los jardines vecinos aullaban. Cuando caminábamos hacia la estación de trenes – a las cuatro de la mañana del día 1º de Septiembre – buscando un remis, Chicoana me miró al encender su pipa y sonriendo me dijo:
- La camiseta es lo único eterno.
No contesté. Elevé mis ojos al cielo y pude ver en un instante fugaz, cómo las estrellas se alineaban dibujando el perfil de Juan Domingo alzando los brazos y  sobre su pecho, la banda roja de la Tercera Posición, del Este al Oeste, del Norte al Sur.

Guillermo Compte Cathcart



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