Esta investigación nace de tres cultemas.
El primero pertenece a Martín
Heidegger, el filósofo alemán discípulo de Rickert y Husserl:
“El
‘ser uno con otro’ de aquellos
que
se ocupan de la misma cosa
sólo
se alimenta frecuentemente
de
desconfianza”. (1)
“...quien se
empeña en hacer un mundo ya está comprometido con el error y con el mal”. (2)
El tercero es de H. P. Lovecraft, el autor de “En las Montañas
de la Locura ”:
“...sólo recuerdan el pobre y el solitario”. (3)
Tres cultemas que, como podemos apreciar, o son una
frase – el primero - o parte de una frase, los dos últimos.
Con este equipaje - el marco que ellos nos brindan - iniciaremos una exploración, una lectura, un
análisis y una interpretación del extraño continente de lo que desde hace
varias décadas se denomina “Nueva Historia Imperial” británica.
Y, como guía, trataremos de “cazar” las frases que contienen
la palabra “historiadores” o su singular “historiador”.
Es decir, comprobaremos qué dicen los historiadores, de los
historiadores.
Pero, además, cuando el libro tenga un Index viajaremos por él
para encontrar al Capitán James Cook, el famoso agente del Imperio Británico.
El primer libro que exploraremos es Book History, Volumen
7, 2004, editado por Ezra Greenspan y Jonathan Rose. Este es el Anuario de la Sociedad para la Historia de los Autores, la Lectura y la Publicación , SHARP –
The Society for the History of Authorship, Reading and Publishing -, publicado
por la Pennsylvania
State University Press, 2005, de 323 páginas.
Cultema 1
“El grabado conmemorativo de Chapman nos recuerda que la elegía fúnebre es en sí misma un género de patronazgo,
aunque los historiadores literarios
raramente exploren las plenas
implicaciones de esto”.
[John A.
Buchtel, “Book Dedications and the Death of a Patron”, in: Book History,
7, editado por Greenspan, E. y Jonathan Rose (Pennsylvania State University
Press, 2005) 10]
El segundo libro que exploraremos es Book History,
Volume 8, 2005, editado por Ezra Greenspan y Jonathan Rose. Este es el Anuario
de la Sociedad
para la Historia
de los Autores, la Lectura
y la Publicación
, SHARP – (Como la inmensa mayoría de los títulos analizados en este trabajo
están escritos en inglés sólo traduciré las citas textuales) - The Society for
the History of Authorship, Reading and Publishing -, publicado por la Pennsylvania State
University Press, 2005, de 323 páginas.
Como este volumen no tiene Índice, no podemos ser
“Indexnautas”, Viajeros del Index. Debemos asumir el rol de “Cazador de
Cultemas” y por eso, como sucede con todos los que emprenden un safari
literario, “cazaremos” otros cultemas, que no contienen la palabra
“historiadores”, pero que, por la razón
que explicaremos en cada caso, merecen ser “cazados”.
Por ejemplo:
Leyendo el
ensayo “The First American Tourist Guidebooks: Autorship and the Print Culture
of the 1820s”, de Richard Gassan, encontramos
“En 1818 él era un agente de
John Trumbull
y ofrecía reproducciones de la Declaración
de la Independencia , una
tarea que lo llevó
de Nueva York a Boston y fuera
de tempo-
rada a Ballston y Saratoga
Springs en bus-
ca de suscriptores”. (1)
¿Qué importancia tiene este cultema para un lector
argentino? “Él” – para el caso no importa su nombre, ni su historia – vendía
suscripciones de una reproducción de la Declaración de Independencia de los Estados
Unidos...¿alguna vez a alguien se le ocurrió vender en la Argentina reproducciones
de nuestra Declaración de la
Independencia en una zona que fuera, por ejemplo, desde
Buenos Aires a Rosario y desde Mar del Plata a Río Tercero?...¿no es
interesante este dato para quienes hagan historia comparada de la
importancia del texto de la constitución para las poblaciones americanas
independizadas de las potencias europeas a 42 años de sucedido el
nacimiento como país independiente? (En nuestro país eso debería haber sucedido
en 1858, cuando Buenos Aires y la Confederación andaban a los tiros disputando
espacios de poder)...¿no es interesante saber que cuando todavía había
argentinos que no sabían que éramos independientes de España y de toda otra
potencia extranjera (el año 1818), había un norteamericano tratando de
conseguir compradores para una reproducción del texto de su Declaración de
Independencia?
Muchas veces, durante las conversaciones cotidianas solemos
hacer un paralelismo entre nuestro desarrollo y el de los “hermanos del norte”.
Tal vez, cultemas como este nos ayuden a comprender la
diferencia entre Ellos y Nosotros.
Ya que no sabemos si tuvo o no éxito esa venta, lo importante
es indicar que a alguien se le ocurrió la idea de vender reproducciones de la Declaración de
Independencia Norteamericana y que – por lo menos a uno, ese “él” al que no
identificamos – le pareció posible el emprendimiento de ofrecerla en varios
puntos geográficos bastante distantes entre sí.
Veamos otro ejemplo de cultema “cazado” durante la
cacería mayor que hemos emprendido. Cuando explorábamos un libro excitante – en
todo el sentido de la palabra – nos topamos de improviso con
“El leer
no se limita a los libros.
Nosotros
también "leemos" - es decir,
absorbemos,
interpretamos,
y respondemos a –las lecciones del aula,
los
conciertos, las transmisiones de la radio, las películas,
de
hecho a todas las variedades de la experiencia humana”. (5)
Un cultema
muy parecido a este – que como vemos tiene dos frases – lo encontramos en el
ensayo “Crossing Borders in Early Modern Europe. Sociology of Texts and
Literature” de Roger Chartier (traducido al inglés por Maurice Elton)
“La
disciplina (la bibliografía), transformada
en la
sociología de textos, fue invitada a nuevas tareas:
inventar
protocolos de descripción capaces de tomar en
cuenta
toda la materia impresa aparte de los libros
y
todos los textos que no usan palabras
y
considerar la misma perspectiva analítica
para
todo el proceso de producción,
transmisión
y recepción de textos.
...cualquiera
sea su forma”. (6)
Si
recortamos aquello que nos parece semejante, podemos armar un nuevo cultema
que sintetice a los dos
“El leer no se limita a los
libros.
...todas las variedades de la
experiencia humana”. (5)
“...tomar en cuenta toda la
materia impresa aparte de los libros
y todos los textos que no usan
palabras...textos,
cualquiera sea su forma”. (6)
Una
vez que hemos hecho esta sencilla operación comprobamos cómo la primera frase
de la cita del Profesor Jonathan Rose de la Drew University –
Departamente de Historia – y fundador de SHARP (The Society for the History of
Authorship, Reading and Publishing), es una síntesis perfecta
“El leer no se limita a los
libros”
Una
frase que parece una perogrullada pero que es imprescindible repetir una y otra
vez para eludir la trampa en la cual nos encontramos prisioneros quienes
consideramos que el desarrollar el hábito lector es un requisito imprescindible
para la formación de ciudadanos soberanos e independientes, pues el que nada
lee es esclavo de cualquiera.
Esta
prisión es que no puedo comenzar a desarrollar este hábito lector, entregando
un libro a quien no está acostumbrado a verlo en su entorno o a tomarlo entre
sus manos.
Si
yo acepto que “El leer no se limita a los libros”, cuando debo realizar
acciones para desarrollar el hábito lector usaré distintos instrumentos
para lograr mis objetivos y evitaré en el recurso de acudir sólo a los
libros para formar ese hábito.
Pues,
para quien no esta acostumbrado al libro como simple objeto no tiene respecto a
él sentimiento, que conjuntamente con el lenguaje, forman la
identidad de una composición literaria.
Si
tuviera que llevar a cabo una campaña de Promoción del Libro y de la Lectura como Instrumentos
Fundamentales de la Cultura
y la Educación
y de desarrollo del Hábito Lector en niños que están cursando los años de la
educación primaria usaría el siguiente camino: Elegiría una película famosa y
la exhibiría varias veces para que en reuniones sucesivas fueran encontrando
distintos matices que completaran una interpretación del texto de la cinta, más
completa con cada proyección, es decir, les mostraría los rincones de la
pantalla, el segundo y el tercer plano, el entorno circunstancial del relato
principal, esa película secundaria que podemos visualizar, “descubrir”, cuando
hemos visto la cinta varias veces, el símil de las anotaciones al margen de los
libros medievales.
Con
esto aprenderían a comprender el texto como un territorio a explorar y que siempre
es nuevo gracias a la magia del redescubrimiento.
Como
segundo paso, conseguiría libros relacionados con el tema del film y
entraríamos al texto escrito “armados” de la red de las sensaciones múltiples
que hemos recibido en las reiteradas proyecciones de la producción
cinematográficas.
Como
en nuestro hermoso idioma no contamos con esos libros debemos acudir el inglés
“imperial”, el mismo que se pretende enseñar en distintos niveles de la
educación estatal en nuestro país.
Existen
decenas de títulos relacionados directa o indirectamente con películas famosas
y que nos darían el valor agregado de iniciar a los alumnos en los primeros
pasos de una traducción personal de la lengua de Shakespeare y William Blake.
Un
chico con un título de un libro para traducir del inglés al español, con un
traductor en la computadora, o con un diccionario y con la película varias
veces vista y discutida con sus compañeros en clase si no aprende que
el libro es imprescindible para su desarrollo personal, cualquier libro
, es mejor que no pierda más el tiempo tratando de comprender un mundo que lo
habrá dejado para siempre atado y marginado a las cadenas del fondo de la
caverna que tan implacablemente describió Platón en La República.
Supongamos
– para poner contentos a los distintos “enemigos declarados del imperialismo” pero
que se hacen atender por médicos imperiales o veranean en sus playas – que
elegimos como película a la extraordinaria “Apocalypsis Now” de Francis Ford
Coppola.
Es
de muy interesante discusión el contenido del film, principalmente, para
mostrar la historia del heroico pueblo vietnamita y los intentos franceses por
mantener su imperio decadente – habría que ver si nuestros docentes están
preparados para relacionar la génesis del término “Indochina” con la del
término “Latinoamérica”, viejo truco galo para ganar en el discurso lo que
nunca podrían conquistar con la acción o con la realidad.
Debería
señalarse, además, cómo los vietnamitas, después de la huída de los yankees
frenó y destruyó a varias divisiones chinas que pretendieron invadir su
territorio.
Y,
por último, explicar la patética gira que gobernantes vietnamitas realizaron
por Argentina y el MERCOSUR, tratando de
firmar pactos comerciales que demostraran su buena letra entre los adherentes
al libre comercio para ganarse una sonrisa del Tío Sam.
Una
vez comprendido el contenido de este film imprescindible - con una correcta
descripción de los personajes del asesino y del “renegado positivo”, que
interpreta Marlon Brando - debería pasarse al autor del “Corazón de las
Tinieblas”, el polaco que aprendió a escribir en inglés como pocos , Conrad, el
magnífico.
Y,
por último, traducir algunos títulos de libros relacionados y, si es posible -
y está la plata - comprar alguno.
Pedimos
ayuda a una bibliografía realizada por la Oxford University
Press y como no tiene Index, debemos leer los 23713 que publica para encontrar
algunos que pueden servir como contexto de las obras del polaco autor de Lord
Jim – quien también mereció un gran película interpretada por Peter
O’Toole.
Estos
son los cultemas encontrados (todos los títulos de libros son cultemas)
‘European Exiles. Renegades and
Outlaws and the Maritime
Economy of Asia c.
1500-1750’ .
6103
‘Exotic Nostalgia: Conrad and the
New Imperialism’. 11901
Joseph
Conrad and the West: Signs of Empire. 11918
The Invention of the West: Joseph
Conrad and the Double
Mapping of Europe
and Empire. 11930
‘The Charm of Empire: Joseph
Conrad’s “Karain: A memory”’.
11935
Kipling and Conrad: The Colonial
Fiction. 11968 (7)
Solamente con la traducción al español de cada uno de estos
títulos, y su relación con el argumento de la película de Coppola los alumnos,
además de comprender la relación entre cine e imperio, entre cine y literatura
y entre literatura e imperio sabrán – comprenderán, entenderán – que si no
leen serán siempre dominados.
Que quede en claro que cuando decimos lector decimos
“Cazador de Cultemas” y decimos “Indexnauta”. Señalamos la tarea de analizar
e interpretar el texto que leemos.
Guillermo Compte Cathcart
(1)
Martín Heidegger El Ser y el Tiempo, Fondo de
Cultura Económica, 2004, p. 139.
(2)
Umberto Eco El Péndulo de Foucault, Ediciones de
la Flor , 1989,
p. 53.
(3)
H. P. Lovecraft El Ceremonial, relato incluido
en Los Mitos de Cthulhu, Alianza Editorial, 1991, p. 163.
(4) Book History, Volume 8, 2005, p. 56.
(5) Jonathan Rose The Intellectual
Life of the British Working Classes, (Yale University
Press, 2002) p. 3.
(6) Book History, Volume 8, 2005, p. 38. El autor se
refiere a D. F. McKenzie, Bibliography and the Sociology of Texts (Cambridge:
Cambridge University Press, 1999), 12 y ss.
(7) Andrew Porter Bibliography of
Imperial, Colonial, and Commonwealth History since 1600. The Royal Historical
Society Bibliography. The History of Britain ,
en negrita
indican el orden que ocupa cada título, el autor y la editorial, dentro del
libro.
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