El día 11 de Agosto de 1825 llegó
al puerto de Buenos Aires la goleta Simmetry, trayendo a los integrantes de la
primera y única colonia escocesa de la Argentina.
Si bien es cierto que antes y
después de esa fecha llegaron muchos compatriotas de María Estuardo a nuestras
tierras, podríamos elegir esta fecha para recordar y festejar el aporte de esta
gente esforzada, tenaz, noble y capaz a la construcción del ser nacional.
Somos decenas de miles los
descendientes de estos pioneros, esparcidos por todos los rumbos de nuestro
territorio.
Los actuales distritos de Almirante
Brown, Cañuelas, Esteban Echeverría, Florencio Varela, Lomas de Zamora,
Monte, Presidente Perón, Quilmes y San
Vicente son privilegiados: brindaron el horizonte de sus esfuerzos y hoy
protegen a su simiente.
Por los escoceses se proclamó la
libertad de cultos, ellos plantaron el primer bosque artificial en nuestro
país, iniciaron la comercialización más higiénica de productos alimenticios,
transformaron el transporte de mercaderías haciéndolo más seguro y rápido
utilizando vehículos ligeros, propusieron el uso de canales artificiales para
el transporte económico de los productos agropecuarios desde las regiones
relacionadas con los grandes cursos de agua - hasta entonces desaprovechados- hacia
los mercados de consumo, introdujeron el uso de árboles para la delimitación de
potreros de engorde, cría o protección de sembrados, promovieron y
perfeccionaron la cría del ganado ovino en las praderas bonaerenses e
impusieron entre nosotros el deporte más bello del mundo.
La primer mujer médico fue
descendiente de aquellos pioneros y el más importante de los periódicos
actuales que se edita en lengua extranjera en nuestro país fue fundado por el
hijo de uno de ellos (El Herald - posteriormente The Buenos Aires Herald, fundado por mi bisabuelo paterno William, hijo de James Cathcart, Biznieto de James Fergusson, Lord Pitfour, sobrino de David Cathcart, Lord Alloway; primo de George Cathcart, el héroe de Inkerman, Guerra de Crimea).
Varios barrios y pueblos de la
provincia de Buenos Aires se denominan con sus apellidos o con sus actos (City
Bell o La Capilla, en Florencio Varela).
En los nueve municipios citados más
arriba trabajan más de un centenar de concejales, sólo se necesita uno de ellos
por comuna para impulsar y concretar este homenaje mediante una ordenanza
municipal.
Las autoridades responsables de
Cultura y Educación deberían hacer el resto: Unir los esfuerzos comunitarios
para realizar individual o regionalmente un gran festival de música celta con
todos los muy buenos cultores de este género que respiran el aire impar de la
tierra que fue testigo de las aventuras terrestres de los centauros Dorrego,
Lavalle y Rosas, quienes aún cabalgan acompañados por la Banshee y sus feroces guerreros,
que restauran sus heridas con la dulce melodía del arpa triste de los
campamentos nocturnos.
Guillermo Compte Cathcart
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