Este ensayo fue gestándose durante un período dramático de
nuestra realidad: 1974-1988. Las continuas puestas a punto, actualizaciones,
correcciones, quitas, mermas y agregados, hacen de él – más que algo terminado
– una propuesta, una instigación, un desafío, un compromiso, una real “obra
abierta”.
No
es mi intención agregar una versión liberaldependiente mas a la
problemática sanmartiniana. Existen demasiadas ya, y esas interpretaciones,
aparentemente “objetivas y documentadas”, son las principales responsables del
ocultamiento de la real gesta de San Martín.
Tampoco
adhiero mis afanes a la versión revisionista de ese liberalismo
dependiente. Revisionismo que encausa una intención positiva pero que no
alcanza a comprender al verdadero San Martín y sólo lo considera como donante
de su sable corvo a Don Juan Manuel.
Cualquier
acercamiento a esta temática, fundado en la interpretación marxista de
la historia es un acto fallido, un inútil ejercicio dialéctico.
Rechazo
la posibilidad de rescatar - a quien ha sido sistemáticamente separado,
alejado, exiliado y ocultado de su pueblo -, a través de las historiografías marxista,
revisionista o liberaldependiente.
Hado
un aporte para que el “fenómeno” San Martín sea permanentemente presente para
nuestra gente. Inicio el rescate del exilio – el tercero y el más aberrante –
al que se lo condenó y confinó deliberadamente por su real intención
revolucionaria y por su Proyecto Político de Liberación.
No
podemos ser cómplices silentes de la sistemática adulteración de nuestra
historia.
Adulteración
de la que muchos participan – ingenuamente – al creer que es posible sostener
visiones acartonadas y esquemáticas de los hombres, sistemas productivos e
ideas que sincrónica y diacrónicamente conforman, estructuran y constituyen nuestra
Patria.
Denunciar
esa adulteración – original o derivada – hacerla explícita vívidamente en cada
lector, es uno de los objetivos principales de este “ensayo para la
liberación”.
Respecto
al “fenómeno” San Martín, señalo que “fenómeno” es aquello que se muestra por
sí mismo, lo patente.
A
veces, ese mostrarse se ve afectado por la vía de acceso que tenemos a eso que
trata de mostrársenos. También puede suceder que lo que se muestra, se muestre
como lo que no es en sí mismo.
La
vía de acceso a San Martín está plagada de vericuetos, callejones sin salida,
campos minados, cantos de sirenas, trampas cazabobos, falsas señales de
tránsito. Y no sólo eso.
Existen
fosilizaciones del fenómeno. Fosilizaciones o visiones dogmáticas destinadas a
suplantar la verdadera historia. Fosilizaciones que ornamentan el cambalachesco
museo de cera que es la historia oficial de los países dependientes.
Propongo echar las bases los fundamentos para construír una historiografía peronista.
Guillermo Compte Cathcart
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