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viernes, 15 de mayo de 2015

Los Espías de la Reina Isabel I

Foreign Intelligence and Information in Elizabethan England. Two English Treatises on the State of France, 1580-1584", editado por David Potter, ISBN 0-521-84724-9 (hardback),  CambridgeUniversity Press, 2005; es un libro que debería estar en todas las agencias de información de los países del Tercer Mundo, pues siempre es bueno saber cómo espía el Imperio.


¿Se acuerdan de "El Señor de los Anillos"? 
Saurón usaba a varios tipos de agentes para conocer dónde estaba su anillo, el que le iba permitir dominarnos a todos: Magos, marginales, espectros, pájaros, monstruos voladores y el propio objeto buscado, estaban unidos en el propósito supremo, informar al Amo.
http://www.lordoftherings.net/

Los textos que nos brinda este excelente volumen de la Cambridge University Press - el número 25 de la Carden Fifth Series - forman parte de la función de recolección de inteligencia que debía cumplir la diplomacia inglesa en Francia durante los tempranos 1580s.
http://www.rhs.ac.uk/

Ellos toman la forma, sin embargo, de recopilaciones, en lugar de trabajos literarios pulidos y tienen,además, algunas de las ventajas que surgen depresentar su material en forma casi estadística. ¿Podemos separar claramente tareas diplomáticas rutinarias de recolección de información de un espionaje profesional? ¿Todo diplomático es o debería ser un espía?http://www.museumofhoaxes.com/spy.html



Esta apasionante cuestión y otras íntimamente relacionadas con ellas nos serán contestadas a lo largo de 261 páginas de este hermoso libro de tapas duras, imperdible para aquellos que sostenemos que conocer al reinado de Isabel I, es conocer la gestación del Imperio.
http://www.britishempire.co.uk/
Pero, leyendo la página ix de este ejemplar, hemos hallado un tema extraordinario para una presentación distinta - ¿un relato de espionaje? - de una seria investigación histórica digna de aplauso. 
David Potter, Lector en Francés en la Universidad de Kent, el editor de "Foreign Intelligence." en los"Agradecimientos" es muy, pero muy parco, casi no dice nada, como si fuera un secreto de estado dar muchos datos acerca de quiénes lo ayudaron para su obra.
http://www.kent.ac.uk/history/staff/potter.html
(No vaya a ser que visitemos los archivos históricos en los cuales esa "información" y otras similares estén guardadas y las colonias comprendan la gran importancia que tuvo el espionaje en la construcción del imperialismo británico). 
Comparemos, pues como dicen los viejos textos gnósticos, de la comparación nace el Fuego (es decir, La Luz).
http://www.regent.edu/lib/theo/acquisitions2000.html
En la página ix dice el editor : 
"Yo debo agradecer al Dr. Stuart Carroll su ayuda generosa y cooperación con este proyecto. El Dr. Peter Roberts leyó la Introducción servicialmente desde el punto de vista de un estudioso de Elizabeth y su reinado y el Profesor Pierre Charbonnier contribuyó generosamente con su conocimiento de la toponimia de Auvergne para el apéndice".
Tan sólo 2 frases, nada más.
Cuando presentamos en nuestra columna el libro "Ecological Imperialism. The biological Expansion of Europe, 900-1900", de Alfred W. Crosby, también de la Cambridge University Press, contamos 9 frases en los"Acknowledgements", es decir, ¡casi cinco veces más! Como vemos, desde el punto de vista del análisis cuantitativo de las frases contenidas en losagradecimientos, este libro sobre los espías de Isabel I, no es un libro "normal"; porque dice muy "poco".
En Ecological Imperialism, el autor menciona a 14 personas que colaboraron con él para concretar todas y cada una de las páginas de su obra y, además, a tres instituciones y dos publicaciones.
En cambio, David Potter nos brinda tan solo tres nombres, es decir, "casi nada". 
En la primer frase de los agradecimientos Potter agradece a un "Dr. Stuart Carroll" su cooperación.
¿No produce un escalofrío esta coincidencia?
Un "Potter" agradeciéndole a un "Carroll" su colaboración en un libro sobre el espionaje imperial.¿Acaso no es válido sospechar que un oscuro oficinista "cuentahoras"- aburrido, de esos que pasa todo el tiempo de su tarea mirando al reloj, esperando el toc para irse a su casa - haya recibido la orden de buscar dos nombres creíbles - como seudónimos, como "cubierta" - en una biblioteca y que por comodidad los haya copiado de la misma enciclopedia dedicada a la llamada "literatura juvenil"?
Porque tanto "Potter" como "Carroll" pertenecen, sin lugar a ninguna duda, a ese género prestigioso y muy reconocido.
http://harrypotter.es.warnerbros.com/main/homepage/intro.html
http://www.lewiscarroll.org/
Ya hemos podido apreciar en una extraordinaria película, llamada "Brazil", cómo por esa terrible enfermedad que es la burocracia infernal, (En la cual, como enseña Perón, dura más el que menos hace) un apellidose confunde con otro, por la muerte de una simple mosca sobre un papel atrapado en una máquina de escribir.
¿Acaso leer este fascinante libro sobre los espías de su majestad, la Reina Isabel de Inglaterra, puede llegar a ser un trabajo insalubre?
Si recordamos otra película, "Los Tres Días del Cóndor", protagonizada por Robert Redford, aquella en la cual se relataba cómo por una simple frase los malos mataban a todo un departamento de "lectores" de libros al servicio de la CIA, tenemos razón en sentirnos vigilados o temerosos de serlo en cualquier momento.
Por la ventana de mi cuarto, mientras esto escribo, veo como llega un auto desconocido.
Y antes de apagar las luces y la computadora me doy cuenta de otro detalle, y no menor: tanto de Roberts y de Charbonnier , Potter me dice algo, uno es experto en el reinado de la asesina de María Estuardo y el otro conoce la toponimia de las regiones de Francia.
¿A qué se dedica ese misterioso "Dr. Stuart Carroll"?(De quién sólo puedo decir que su apellido es idéntico al del escritor - ¿era acaso otro seudónimo? - que imaginó los extravíos eróticos de Alicia en los distintos países y lugares a los que su "inocente" espíritu de Caperucita Roja la empujaba con la fuerza del torrente maravilloso de las Cataratas del Iguazú).
El auto apaga sus luces y se detiene entre los dos árboles que vigilan la puerta de mi casa.
¿Será acaso el Dr. Stuart Carroll uno de esos dos grandotes vestidos por el mismo sastre que han bajado del automóvil desconocido y vienen por mí?¿Y el otro?¿Será la famosa marca en su frente la última cosa que verán mis ojos antes de morir, como sucedió en aquella otra película de Darío Argento, "El Pájaro de las Plumas de Cristal"?
Porque los espías británicos están más cerca de James Bond que del inocente sastrecillo de "Nuestro Hombre en la Habana".
http://www.jamesbond.com/

Guillermo Compte Cathcart

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