Powered By Blogger

domingo, 31 de mayo de 2015

Tanka para Francisca Palmiero Librandi

Dejar la comodidad de la Capital Federal para ir a vivir a un territorio sin luz, con barro permanente a dos horas y media de viaje hasta la casa de su familia porteña es similar a la Toma de la Bastilla (Conventillo Familiar) para conquistar su propio Castillo "la Casa Propia".
Este Tanka se lo dedico a mi Madre quien murió a los 49 años hace 50 años...
Dejaste el barrio
de altos granaderos
por tantos después
mas allá del paredón
Reino del Sol de Noche

Francisca Palmiero acompañó a su esposo Luis Guillermo Compte Cathcart en su sueño por la casa propia y gracias a los planes de vivienda del Peronismo pudieron hacerla en Longchamps, que para una joven criada en el Abasto y habitante de conventillos familiares en distintos barrios porteños, era ser colona en territorios ignotos y peligrosos.
El ir y venir a la estación ferroviaria era toda una aventura y el farol "Sol de Noche" era la única forma de no hundirse en un zanjón torrentoso o en las huellas del barro trazadas por los carros lecheros.
Fue artífice del multiculturalismo, pues atendía e intercambiaba recetas con las madres llegadas de la Europa de post-guerra y que buscaban nuevos hogares en Longchamps.
Ella me enseñó a amar a los íconos ortodoxos pues íbamos de gira por los barrios poblados de rusos, húngaros y ucranianos del Campo Ramo.
A comprender el miedo de los italianos cuando sonaban los truenos por ser tan parecidos a los bombardeos alemanes y aliados.
Todavía recuerdo a la señora extranjera que, al nacer una de los tantos golpes de estado que sufrimos durante mi niñez y juventud, y al ver sobrevolar nuestro barrio por aviones, llegó angustiada a casa gritando y preguntando: "Revoluci...revoluci???"...
En el conventillo familiar que habitábamos en los límites de Colegiales, Las Cañitas y Belgrano erre supo llevarme de gira por el vecino el Regimiento de Granaderos a Caballo de San Martín.
Como Longchamps está en el Sur más allá del Paredón de Homero, ella como tanguera y gran bailarina supo con amor gambetear a la soledad cuando mi viejo se iba al laburo en la capital, tan cercana, tan lejana...
Hoy, a cincuenta años de su muerte, le hago este muy pequeño homenaje...


Guillermo Compte Cathcart

No hay comentarios:

Publicar un comentario