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miércoles, 27 de mayo de 2015

Madres del Mar, Esposas del Imperio

Miles de mujeres británicas observaron el mar
buscando respuestas a sus esperas de años...
fueron artítices del Imperio...
Kathleen Wilson es Profesora de Historia en Stony Brook, la Universidad Estatal de Nueva York.
Su primer libro describe y reflexiona sobre las percepciones del pueblo británico durante los años 1715 – 1785 y fue publicado por Cambridge en 1995.
El título en inglés es: The Sense of the People: Politics, Culture and Imperialism in Britain, 1715 – 1785.
Kathleen Wilson ha ganado varios premios por sus trabajos sobre el imperialismo británico. Su libro mas reciente, publicado en el 2003 es: An Island Race, Empire and Gender in the Eighteenth Century.
He leído con admiración y envidia los ensayos editados por Kathleen Wilson en el libro A New Imperial History. Cultura, Identity and Modernity in Britain and the Empire, 1660 – 1840, 2004, ISBN 0 521 00796 8 (paperback), US$ 34.99, Cambridge University Press 
Envidia porque en las dos primeras frases de su ensayo Introduction: histories, empires, modernities, página 1, la Wilson se hace una pregunta y esboza una respuesta que deberían hacerse los historiadores argentinos – los que se dicen a sí mismos historiadores profesionales – y todos aquellos que vagamente intentamos reconstruir aspectos de nuestro pasado, tan ligado como casi todos saben – hay una pequeña minoría que todavía no se ha enterado – al Imperialismo Británico.


Dice Kathleen Wilson: “¿Puede haber una “nueva historia imperial”? En las dos últimas décadas pensadores de distintas disciplinas y de distintas nacionalidades han planteado serias cuestiones sobre la capacidad de las narrativas históricas tradicionales para relatar el pasado de las sociedades no occidentales y de las clases no dominantes”.
¿No es lamentable que esa pregunta no se formule en un libro escrito por argentinos y publicado por una universidad argentina?
Hay muchos en estas tierras que todavía no se han dado cuenta que el imperialismo cultural es la fase superior del imperialismo y suponen alegremente que el poderío británico se ha extinguido – o trasladado – a los territorios que rodean al Gran Cañon del Colorado.
Es muy difícil – con este marco de prejuicios  - edificar una nueva narrativa histórica que de cuenta de los dominados, los actores invitados a esa “nueva historia imperial”, nuestras voces, las voces calladas de los sometidos.
Para quienes consideramos muy importante el conocer el pensamiento que sobre sí mismo tiene el Imperio – para mejorar el conocimiento de nosotros mismos como colonia – este libro magnífico es agua fresca en el desierto, pan caliente y mate amargo en un paraje en una ruta desolada de la pre-cordillera de  los Andes, churro y chocolate en la madrugada del 25 de Mayo, torres de espejitos para ver el desfile aquél del 9 de Julio en la avenida del Libertador, cornalitos fritos en el puerto de Mar del Plata.
El primer ensayo Women and the fiscal-imperial state in late seventeenth and early eighteenth centuries, de Margaret Hunt pone en el centro de la escena a las Madres del Mar, las Esposas del Imperio, la multitud de Isabeles y Victorias que aguardaban a los marineros que conquistaron el Mundo, la sonrisa ausente y la calidez que permitió las brillantes victorias, las agonizantes derrotas, las privaciones cotidianas que llenaron las páginas exclusivamente masculinas de la historia militar.
¿Cómo cobraban los sueldos de sus hombres? ¿Cómo intercambiaban los vales? ¿Cómo sobrevivían? ¿Cómo reclamaban sus derechos? ¿Cómo alimentaban y educaban a sus hijos?
Hermosa reflexión sobre aquellas bravas mujeres que siempre estuvieron en la primer línea del Imperio eliminando a Holandeses, Españoles, Franceses, conquistando Asia, África, América y las islas perdidas de todos los mares sin haber abandonado jamás los puertos de Bretaña.
Completan este libro que muerde, los ensayos: 
An “entertainment of oddities”: fashionable sociability and the Pacific in the 1770s, de Gillian Russell; 
The Theatre of empire: racial counterfeit, racial realism, de Felicity A. Nussbaum; 
Asians in Britain: negotiations of identity through self-representation, de Michael H. Fisher; 
“Rescuing the age from a charge of ignorance”: gentility, knowledge, and the Brittish exploration of Africa in the later eighteenth century, de Philip J. Stern; 
Liberal government and illiberal trade: the political economy of “responsible government” in early British India, de Sudipta Sen; 
“Green and pleasant lands”: England and the Holy Land in plebeian millenarian culture, c. 1790-1820, de Eitan Bar-Yosef; 
Protestant evangelicalism, British imperialism, and Crusonian identity, de Hans Turley; 
Time and revolution in African America: temporality and the history of Atlantic slavery, de Walter Johnson;  
The Green Atlantic: radical reciprocities between Ireland and America in the long eighteenth century, de Kevin Whelan; 
Brave Wolfe: the making of a hero, de Nicholas Rogers; Ethnicity in the Brittish Atlantic world, 1688-1830, de Colin Kidd; 
Writting home and crossing cultures: George Boyle in Bengal and Tibet, 1770-1775, de Kate Teltscher; 
Decoding the nameless: gender, subjectivity, and historical methodologies in reading the archives of colonial India, de Durba Ghosh; 
Ornament and use: Mai and Cook in London, de Harriet Guest y 
Thinking back: gender misrecognition and Polynesian subversions aboard the Cook voyages, de Kathleen Wilson.

Para aumentar la impotencia que provoca un libro como este – de lectura obligatoria para comprendernos desde la mirada del monstruo de mil cabezas – desde la página 363 hasta la 373 se brinda una lista de lecturas complementarias: más de 200 títulos cuyo análisis nos pueden brindar un panorama muy amplio para mejorar nuestra autocomprensión.
Si algún lector quiere conocer esa lista debe solicitarla a mi correo electrónico.
En estos días, el debate sobre la globalización, la identidad, el multiculturalismo, las migraciones, el hecho del desajuste sufrido por los estados nacionales para resolver los problemas (muy grandes para los pequeños problemas y muy chico para los grandes) requiere una mayor cantidad y calidad de conocimientos en los  ciudadanos.
La guía de títulos ofrecidos como lectura posterior en esta magnífica colección de ensayos, muy bien podría ser el contenido de una maestría para un simple ciudadano o para los funcionarios municipales, provinciales y nacionales de cualquier país incluído en el G – 20 y de los que pugnan por ser incorporados  al mismo.
Se me dirá que los del G – 7 no lo necesitan (también son el G – 20). Pero no estoy muy seguro de ello. No le vendría mal a los canadienses, los franceses, los italianos, los alemanes y los japoneses aprender la historia secreta del imperio británico, el que los sometió bajo su yugo durante siglos.
Se podrá objetar la barrera del idioma pero no es un obstáculo.
Después de todo es mejor conocer al idioma de Shakespeare o de Bush leyendo estos libros que deletreando “Mabel is a girl” o “What time is it”.
O adornando con textos sin sentido remeras o vidrieras para recuperar unos mangos por una mala temporada de ventas.

Guillermo Compte Cathcart

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